¿QUÉ SE PUEDE HACER DESDE CASA?
- Cerrar las canillas durante el cepillado de dientes, en lugar de dejar correr el agua.
- No dejar goteando las canillas.
- Usar los baldes para lavar los autos en lugar de la manguera.
- Hacer duchas más cortas.
- Reciclar el agua de la pileta para regar las plantas o baldear la vereda.
- Regar las plantas justo antes del ocaso para evitar que se evapore el agua con el sol.
- Explicarle a los chicos sobre la importancia del agua para la vida y de que se trata de un bien escaso.
- Aprovechar muy bien cada lavado de ropa, desde luego no conviene sobrecargar el lavar ropas pero tampoco es conveniente hacer un lavado por tres prendas para no desperdiciar el agua.
LO QUE SE PUEDE
HACER EN CASA PARA CUIDAR EL AGUA.
Para
asumir nuestras responsabilidades en el tema del agua, lo primero, como en
todos los asuntos públicos, es que te informes, participes, monitores a las
autoridades, a las empresas y a tus representantes, que estudies las medidas
que se toman sobre el tema o bien propongas aquellas que pueden ayudarnos a
cuidar nuestro recurso.
Además
de eso, hay muchos cambios pequeños pero fundamentales que generarán una nueva
cultura del agua en tu vida y te ayudarán a cuidar ese bien escaso y vital.
Estas
son algunas propuestas:
Revisa
periódicamente las llaves del agua y las tuberías, para evitar fugas.
Si
ves manchas de humedad en paredes y techos, son señales de fugas, repáralas e
identifica la causa.
Limpia
pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua, una para limpiar y otra para
enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.
Mantén
limpios patios, azotea y registros de drenaje, para que el agua de lluvia corra
libremente, así evitarás filtraciones a las estructuras de tu casa.
Instala
dispositivos ahorradores: economizadores de regaderas, llaves de bajo consumo,
mezcladoras, herrajes de escusados, aereadores, adimentos para tubería, etc.
Cuando
barras la calle, hazlo en seco, no utilices una manguera.
En
el baño.
Coloca
una cubeta debajo de la regadera mientras te bañas y reutiliza el agua que
colectes.
Cierra
las llaves del agua mientras te enjabonas al bañarte o lavarte las manos.
Toma
baños cortos.
No
te rasures, ni cepilles los dientes en la regadera.
Si
el agua caliente de tu regadera tarda mucho en salir, acerca el calentador de
agua a la regadera o aísla térmicamente la tubería. Ahorrarás agua y gas.
Entre
la regadera y la tina prefiere la primera, pues consume la cuarta parte de
agua.
Cierra
bien todas las llaves.
Cambia
el tanque del escusado de 16 litros por el de 6 litros de agua.
Verifica
que el sapito de la caja del WC funcione adecuadamente. Si no cierra bien,
puede desperdiciar hasta un tinaco de agua por día.
¡No
utilices la taza del baño como basurero! No desperdicies el agua para desechar
colillas, pañuelos desechables, toallas femeninas, algodón, etc.
Utiliza
un desodorante sólido o líquido para el escusado. Esto te ayudará a acumular
algunas descargas de orina, eliminando malos olores, antes de dejar correr el
agua.
Instala
dispositivos ahorradores en la regadera y el escusado; son baratos y fáciles de
colocar.
En
la cocina.
Al
lavar los trastes, evita que los residuos de comida se vayan por el drenaje.
Remoja
los trastes una sola vez, si tienen grasa, usa agua caliente.
Enjabona
los trastes con la llave cerrada y enjuágalos rápidamente bajo un chorro de
agua moderado.
Cuando
calientes agua, no llenes el recipiente, evita que se derrame o evapore.
Haz
tus cubos de hielo en charolas flexibles a fin de removerlos sin ponerlos bajo
el agua.
Usa
poca agua para cocer verduras. El sabor y valor nutritivo se pierden junto con
el agua.
No
tires el agua que utilizaste para cocer los vegetales, prepara sopas con ella.
No
uses jabón para lavar frutas y verduras, pues contaminas el agua y tus
alimentos; lávalas con agua, cepíllalas, agrégales sal de grano por 20 minutos
y enjuágalas.
Cuida
que la llave del fregadero no gotee. Cambia los empaques si es necesario.
Instala
un economizador de agua.
No
vacíes el aceite sobrante de tus guisos por la coladera del fregadero.
En
la lavandería.
Si
lavas la ropa en el lavadero, reutiliza el agua con la que enjuagaste para
remojar la siguiente tanda de ropa sucia.
Utiliza
la mínima cantidad de detergente y gasta menos agua al enjuagar.
Remoja
la ropa en jabón para que sea más fácil quitar las manchas.
Utiliza
jabón de pasta o detergente biodegradable (sin fosfatos). Con esto disminuye la
contaminación del agua.
Si
tienes lavadora, colecta el agua del lavado y enjuague en cubetas para
destinarla a la limpieza de los pisos y al lavado de retretes.
Usa
la lavadora de ropa sólo con cargas completas.
En
las plantas
Riega
jardines y macetas por la noche o muy temprano para evitar la evaporación.
Reutiliza
el agua de la regadera y del lavado de verdura para regar las plantas del
jardín.
Prefiere
plantas que requieran poca agua.
Aprovecha
las plantas nativas, incluso las cactáceas, pues consumen menos agua.
Evita
plantar árboles cerca de las descargas de drenaje, pues las raíces pueden
provocar rupturas.
Reduce
la evaporación del riego cubriendo el suelo del jardín con tierra de hojas.
Para
que las raíces estén sanas y retengan la humedad, la altura óptima del pasto es
de entre 5 y 8 cm.
Durante
la sequía no desperdicies agua en el pasto amarillo: está inactivo y revivirá
cuando haya lluvia.
En
época de estiaje corta el pasto, pero no lo barras, esto evita la evaporación.
Aprovecha
el agua de lluvia diseñando captaciones adecuadas. Esta es la mejor agua para
las plantas.
Al
regar con aspersores, ajústalos para no regar partes pavimentadas o que no lo necesiten.
Emplea
mangueras con boquilla ajustable y si las dejas solas usa un sistema de control
por tiempo.
Impermeabiliza
los canales de riego.
Calcula
la cantidad de agua que requiere el cultivo para no darle de más.
Usa
métodos de riego que requieran poca agua, como el goteo.
Riega
por la noche.
Utiliza
aguas residuales tratadas para cultivos destinados al alimento de ganado.
Instala
equipos de medición de caudales para controlar las cantidades de agua aplicadas
a los cultivos.
Selecciona
cultivos adecuados al entorno físico.
Uso
personal
Al
lavarte los dientes, utiliza sólo un vaso de agua.
Enjuaga
y limpia tu navaja de afeitar en un recipiente, no con la llave abierta.
También
puedes reducir tu uso de agua:
Reduce
tu consumo de carne. Producir vegetales y semillas requiere una cantidad menor
de agua.
Prefiere
los alimentos locales y de temporada.
Produce
tus propias verduras.
Produce
menos residuos, lleva tus bolsas y rechaza todo tipo de empaques y embalajes.
¡Piensa en la cantidad de agua empleada en elaborar envoltorios que van directo
a la basura!
No
seas esclavo de la moda: compra ropa de buena calidad y atemporal que te dure
mucho tiempo. Utiliza las mismas prendas durante varias temporadas.
Investiga
tanto como puedas sobre el agua virtual y prefiere los productos y servicios
que empleen menos agua o que duren más.
Descarga
una buena aplicación virtual de agua que te ayude a tomar mejores decisiones.
Toma nota:
Lava
el automóvil sólo con una cubeta de agua.
Apoya
los servicios públicos de lavado que utilizan agua tratada.
Recolecta
el agua de lluvia para regar las plantas, limpiar la casa o el escusado.
No
arrojes aceite, líquido de frenos o anticongelante al drenaje. Son sustancias
altamente contaminantes.
No
barras con la manguera de agua. Barre en seco con una escoba y un recogedor.
No
juegues con el agua.
Desinfecta
y limpia periódicamente los tinacos y las cisternas.
Toma
conciencia de que el costo que pagas por el agua es inferior a su valor
verdadero y que llegará el momento en que costará mucho más, por lo que
conviene no desperdiciarla.
RECUERDA ESTÁ FRASE:
EL AGUA QUE GASTEMOS HOY LA VAMOS A
NECESITAR MAÑANA Y CADA GOTA
CUENTA.
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